sábado, 7 de enero de 2012

Teología Natural: ¿Fosilización del dogma o ciencia en la teología?

Antes que nada definimos Teología Natural como aquella que a diferencia de la teología clásica no hace uso de la revelación sobrenatural (las Escrituras) sino que busca indicios o huellas de Dios en la Naturaleza por medio de la indagación científica. O en palabras de John Polkinghorne: “Si Dios es el Creador del mundo, sería de esperar que hubiera signos de que la realidad así es. No se trata de que estos indicios hayan de ser claros y inequívocos, como si todas las criaturas llevaran una etiqueta  que dijera ‘Made by God’, pero al menos tendría que ser posible  anticipar  la existencia de algunas huellas susceptibles de ser interpretadas como pistas que señalan hacia Dios”. A todo esto el Biofísico y Teólogo de la Universidad de Oxford, Alister Mcgrath, lo denomina “A Scientific Theology”.

Mario Bunge en su caracterización de la ciencia, nos la define como un conocimiento capaz de ayudarnos a encontrar la verdad o verdades (de manera falible, pero perfectiblemente), en oposición a otros conocimientos, como el religioso, del cual menciona que “afirmar y asentir es más fácil que probar y disentir; por esto hay más creyentes que sabios”.

Si el conocimiento científico es el “único” que nos puede llevar a la verdad, en oposición a los demás que fosilizan los procesos pensantes, o como diría Richard Dawkins que la fe es un proceso de no pensamiento, ¿esto significa que ser creyente es meramente asentir sin cuestionar? ¿es meramente fosilizar el pensamiento? Para Bunge y Dawkins es así.

No obstante lo anterior, proponemos a la Teología Natural como opción que puede destruir esta concepción del creyente (pensamiento fosilizado), y que puede lograrlo, ya que al prescindir de la revelación sobrenatural y pasar al conocimiento de la naturaleza (como hacen las especialidades científicas) podemos hacer uso del método científico para detectar indicios (indirectos) de la acción de un Agente Inteligente (Dios). Esto no es creacionismo, ya que este busca justificar el relato de Génesis interpretándolo literalmente, y la Teología Natural, reiteramos, no hace uso de las Escrituras. Sin embargo tienes unos “supuestos” a priori (Dios en este caso), lo que haría de la Teología Natural religión, pero no en el sentido tradicional del término, y aquí nos desenmarcamos del Diseño Inteligente (Si bien se puede hacer uso de algunos de sus métodos).

Mario Bunge en “La Ciencia, su método y su filosofía” habla de hipótesis que pueden tener inspiración tanto en la filosofía como en la religión. Esto no significa que esas hipótesis no sean científicas o que no se puedan verificar científicamente. Bunge en ese párrafo lo menciona como algo posible y que sucede de hecho en la ciencia. Esto significa, que si bien la Teología Natural no es 100% ciencia, no tampoco 100% religión, si está en la frontera de ambos conocimientos, y que ayuda al creyente a tener una fe razonable y no crédula.
La Teología Natural ubicada en la frontera entre la ciencia y la teología, hace de interacción en varias áreas de las ciencias, teniendo un intercambio fructífero, como dice Polkinghorne, en la física y cosmología, aunque algo más complicado en la Biología y mucho más nebuloso en las neurociencias.

En síntesis, podemos decir que lo religioso no necesariamente es la fosilización del conocimiento o solo dogma. La Teología Natural rompe los prejuicios de cientifistas y epistemólogos, y hace como puente entre la religión cristiana y las ciencias naturales. Tampoco atenta contra la ciencia, pues mantiene los campos de la teología y de la ciencia separados, pero con interacción. La Teología Natural es una disciplina hoy a considerar, en un mundo  donde culturalmente, si bien, posmoderno, la ciencia es de suma relevancia, y donde los cientifismos unidos al nuevo ateísmo destruyen en vez de acercar.

2 comentarios: